En la actualidad, el porcentaje de la población mundial que vive en ciudades aumenta cada año y ronda ya el 70%, por lo que el medio urbano se ha convertido en el escenario de la vida cotidiana de la mayoría de la humanidad. Este hecho convierte al urbanismo e n un ámbito clave sobre el que actuar en pos de una mejora de la sociedad a la que cada individuo pertenece: una búsqueda de bienestar colectivo al que se ha de llegar mediante muy diversas acciones que es posible llevar a cabo sobre la realidad construida y por extensión, de las condiciones medioambientales que la condicionan.

Las estrategias que permiten alcanzar este objetivo final abarcan un amplio abanico de posibilidades, pero todas dependen de la capacidad para la identificación y el análisis d e las diversas v variables que intervienen en la conformación de esta realidad compleja que es la ciudad.

El enorme crecimiento experimentado por las grandes capitales. especialmente en los países emergentes, hace aún más compleja si cabe cualquier actuación sobre estos mega-organismos, cuya expansión parece escapar al control efectivo de sus habitantes. De esta forma, se provoca un cierto desajuste entre la forma en que el individuo entiende la ciudad y el modo en que ésta se le muestra, generando a medio plazo problemas de desafección del habitante hacia su entorno urbano. Por lo general esto deriva en una degradación de las condiciones del medio físico urbano, que suele degenerar en problemas de inseguridad y, en definitiva, en el debilitamiento del tejido social de la ciudad, llegando en ocasiones a su ruptura.

A estas circunstancias podemos añadir la adversidad sobrevenida en forma de graves catástrofes naturales, como terremotos o inundaciones, que ponen de manifiesto los errores cometidos en el pasado a la hora de la planificación de la ciudad, muchas veces debido a la ausencia de criterios de sostenibilidad y respeto medioambiental en que se desarrolla la vida urbana. Hoy más que nunca se hace necesaria la puesta en valor, dentro de la disciplina del planeamiento urbanístico, de aquellos enfoques que primen
los criterios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente, con la mirada puesta en el futuro, pero practicando un escrupuloso respeto por aquellos rasgos fruto del aporte de la tradición, muy especialmente con el patrimonio construido.

Este curso pretende poner encima de la mesa estas cuestiones de un modo cercano y accesible para el alumno, de forma que le permita familiarizarse con las estrategias más adecuadas en cada situación.